viernes, 31 de julio de 2015

Las velas de mi barco

El mar me hermana
con perdidas miradas
que se encuentran
a la distancia

Con sueños de barcos
paisajes distantes
negros y blancos
compartiendo trabajos
lecciones y vidas

por eso cuando me entero
de mis hermanos presos
por saltar la frontera
me sublevo y me alzo
como una ola en el océano
hecha de millones de personas
librepensadoras
que emprendieron el vuelo
para abrazar La Tierra
Paso a paso

Cuando veo el cuerpo ingrávido
en el profundo océano
o flotando extraño
como un mal sueño

Acuso un golpe,
el fantasma de lo que no fue
un muerto a la deriva
por la estupidez que vende el alma
a un uniforme
que poncha o no los pasaportes
con criterio inhumano

Seguiremos navegando
por la montaña y por el mar
y el día que naufrague el funcionario
abandonado por el capital
le daré trabajo en mi barco de velas
hechas de uniforme y retal
y con el alambre de las fronteras
haremos aretes
y caballitos de mar



martes, 28 de julio de 2015

Nacer y morir


La vibración que hay en el momento del nacimiento o de la muerte, nos marca de por vida


Por Luis Carmona
Los dos momentos más importantes en la vida de las personas, son en la mayoría de casos, el momento en que se nace y el momento en el que se desencarna, ya que ambos momentos determinan el resto de la vida, en un cuerpo o sin él, respectivamente. Vamos a explicar el por qué, sin pretender erigir una verdad inalterable.

Las personas, además de tener un cuerpo palpable, tenemos un aura o campo electromagnético, que se forma en el momento del nacimiento. La vibración de ese momento queda registrada de por vida, y es un gran presente, es un filtro energético que nos resguarda de las vibraciones perjudiciales como la Tierra es protegida por su campo electromagnético de los rayos cósmicos.
Esta forma energética se puede fotografiar y medir, es un hecho que existe, la cuestión es... ¿cuáles son sus cualidades?
La respuesta a esta pregunta es respondida por la astrología, que se encarga de estudiar el cielo en el momento del nacimiento de la persona. "Así en el cielo como en la tierra" dice la biblia, aunque el catolicismo reniegue oficialmente de ella.
Sin embargo, ¿cuál fue la estrella que llevó a los reyes sabios hasta Jesús?
Los budistas tibetanos, siempre han ido en busca de las reencarnaciones de Buda para elegir a su Dalai Lama, basándose en la astrología y en la biblia dice que tardaron 2 años en llegar hasta Jesús. Justo lo que tardaría una carabana en llegar desde El Tibet a Judea.
El caso es que la vibración del Sol, de la luna y los planetas influencia mucho al alma que encarna, los espíritas, por ejemplo, afirman que hasta que el alma se materializa en la tierra en un cuerpo, atraviesa el sistema solar quedando el espíritu (envoltura fluídica del alma) impregnada con estas vibraciones. Lo cierto, es que no solo influencian el Sol y la luna, sino también el lugar en el que nace la persona, la energía de los padres y todas las personas presentes... también influye.
Por eso el nacimiento es un momento sagrado, que si se realizase en ambientes naturales, de vibración elevada, o acaso con músicos que toquen música de alta frecuencia, o bien si se recitasen mantras o se cantasen canciones sagradas... el niño quedaría marcado por estas vibraciones de paz, creación y armonía para toda la vida. Qué bien, ¿no?
Y el momento de la muerte... pasa lo mismo, pero al revés. En el momento de desencarnar, el espíritu sale del cuerpo cargado con toda la energía que fue acumulando durante su vida, y los estados de conciencia o los estados mentales, que el moribundo tuviese, determinan en gran parte el destino de ese alma en el futuro, ya que el mundo es nuestro reflejo y al otro lado del espejo (la ilusión) sale lo que llevamos dentro... por tanto, si el campo áurico pesa con culpas, iras, temores... el bajo astral se hará cargo de ese ser, purificándolo a base de sacrificio... mientras que si las vibraciones de ese alma, son armónicas y cargadas de buenas vibraciones, el alma se verá impulsada al alto astral, a los mundos sutiles donde se vuela sin motor, y donde realidades sublimes se hacen realidad.
Lo cierto es que no dejan de ser ilusiones, menos densas quizás que este mundo material, pero no por ello menos irreales que la mátrix o matriz material en la que vivimos.
Es por ello que las doctrinas espirituales orientales buscan un estado de conciencia en el momento de morir que trascienda cualquier deseo, que sea pura paz y puro amor incondicional, para decidir libremente, si encarnar o no, dónde y cuando y poder acceder a estados de conciencia superiores en los que el alma abarque la totalidad de sus vidas, las comprenda y decida si retornar a la fuente y trascender los límites de la individualidad o bien, volver para seguir creando y paliar el sufrimiento de los hermanos y hermanas que poblamos las dimensiones materiales.
Por tanto, elevemos siempre nuestras vibraciones, y ayudemos a elevarlas principalmente en estos dos momentos sagrados, el momento de nacer, y el momento de volar.





miércoles, 15 de julio de 2015

Yawar fiesta (fiesta de sangre)

En toda iberoamérica se siguen celebrando fiestas de sangre en las cuales, los animales, cual gladiadores romanos, son obligados a representar un espectáculo degradante y degenerado. El morbo, la violencia y la tortura, son los protagonistas de esta masacre calificada de cultural y que más bien debiese de ser llamada gutural, digna de la noche de los tiempos.

¿De dónde vienen las corridas de toros?
Las corridas de toros son una degeneración de un baile de la cultura micénica-minóica del mediterraneo. En Creta, las sacerdotisas vírgenes llamadas vestales, salían al ruedo desnudas, frente a un toro bravo, sobre el cual hacían piruetas, saltos mortales y demás acrobacias sin jamás lastimar al toro, al cual reverenciaban, como símbolo de la energía masculina.



Los romanos, grandes asimiladores y degeneradores de las culturas que conquistaban, primero hicieron coliseos donde hombres y animales eran obligados a asesinarse y después, derrotados por los adoradores de la Tierra y del Sol, es decir, los bárbaros (Bar es una runa que hace referencia a la fertilidad femenina) energías a las que los romanos habían dado la espalda en su corrupción, prefirieron adorar a la diosa vática, la diosa de la muerte, cuyo templo principal se erige y erigía en el vaticano.

El cristianismo, comenzó como una re-evolución de la cultura judía, siguiendo los preceptos del amor incondicional más elevado, luego, Roma, amoR al revés, erigió una cruz desequilibrada, símbolo de la tortura y la muerte, emblema, que esconde el verdadero significado de la X que es una runa que significa LUZ, ofrenda, espiritualidad, las cuatro direcciones que manifiestan la abundancia de la Tierra.
La Madre Tierra, La Diosa Gaia, es sustituida por la Virgen María, siendo olvidado con el tiempo el verdadero significado de esta Gran Madre Cósmica, mitad de la dimensión en la que habitamos donde el Amor se hace corpóreo, Arte tangible.

Volviendo al tema que nos ocupa, la Yawar fiesta, fiesta de la sangre, es celebrada en los andes bajo la forma de un cóndor que es capturado en una trampa carroñera, y atado a un toro. De esta forma, el toro se retuerce de dolor intentando liberarse de un animal, que sin poder alzar el vuelo, es obligado a picotear al toro hasta la muerte. 
La simbología de este incalificable rito es la de la lucha entre lo hispánico (el toro) y lo andino (el cóndor)
siendo liberado el cóndor después de dar muerte al toro, desquitándose un poco de la cruel historia que escribieron con la sangre de los indios los conquistadores españoles.

Es la hora de celebrar por todo el mundo la unión del cóndor y el águila, la unión del Norte y el Sur, como dice la canción nativa "Circulando el universo con alas de pura luz".  en un aprendizaje constante... el águila representa el Norte, conocimiento en la visión desapegada... la autonomía, el poder y la libertad... el cóndor, equivale a la sabiduría de la acción correcta, pacífico limpiador de los campos, alza el vuelo majestuoso en los lugares más puros y recónditos de Aylla Walla - América Latina... 
Son aves sagradas. El toro, que representa la salud, la fuerza, la constancia, la paz... la energía masculina. El torero es un travesti idólatra que tortura la energía masculina hasta aniquilarla. No hay valentía en ello. Tan solo crueldad e ignorancia. Valentía es reconocer los errores.

Sin embargo, hemos explicado todo esto para arrojar luz y comprensión sobre estas inútiles crueldades, para poder transmutarlas. Hemos de vivir en armonía con la naturaleza, porque somos naturaleza.
Somos uno con la Tierra, en el universo no hay una jerarquía especista, los animales son un fin en sí mismo, ni mejores ni peores que los seres humanos. Toda forma de vida es una manifestación de la unión entre el cielo y la tierra. Vida es Amor. y... ¿quién prefiere una corrida de toros a una sacerdotisa danzando desnuda con él?





Luis Carmona Horta
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